En los últimos años, hemos sido testigos de cómo la juventud ha tomado un papel protagonista en la lucha por el cambio social. Los jóvenes, con su energía, entusiasmo e idealismo, están liderando movimientos sociales que buscan transformar nuestras sociedades para mejor.
Desde el movimiento «Fridays for Future», liderado por la joven activista Greta Thunberg, que busca concienciar sobre la crisis climática, hasta el movimiento «Black Lives Matter», donde jóvenes de todas las razas y orígenes se unen para luchar contra el racismo sistémico, los jóvenes no sólo están participando, sino que están al frente de estas luchas.
Estos jóvenes líderes están utilizando las redes sociales y otras plataformas digitales para movilizar a las masas, difundir sus mensajes y organizar acciones. Están demostrando que la juventud no es sinónimo de inexperiencia o ingenuidad, sino de valentía, creatividad y determinación.
Lo más inspirador de todo esto es que estos jóvenes no están esperando a que los adultos les den el permiso o la oportunidad de hacer un cambio, ellos mismos se están haciendo cargo. Están demostrando que no hay edad para ser un líder y que todos, independientemente de nuestra edad, tenemos la capacidad de influir en el mundo que nos rodea.