El cerebro humano, ese órgano fascinante y misterioso, está rodeado de mitos y realidades que a menudo se confunden. Uno de los mitos más extendidos es que solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro. En realidad, estudios de neurociencia han demostrado que utilizamos prácticamente todo nuestro cerebro, aunque no todo a la vez.
Otro mito común es que los humanos somos o bien «cerebro izquierdo» (lógicos, analíticos) o «cerebro derecho» (creativos, intuitivos). La verdad es que ambas partes del cerebro están interconectadas y trabajan juntas en la mayoría de las actividades.
También se cree que el alcohol mata las células cerebrales. Aunque el consumo excesivo de alcohol puede tener efectos perjudiciales, no mata las células cerebrales, pero sí puede dañar las conexiones entre ellas.
En cuanto a las realidades, está comprobado que el cerebro es plástico, es decir, puede cambiar y adaptarse. También es cierto que el cerebro no siente dolor, ya que carece de receptores para esto.
En definitiva, el cerebro humano es un órgano increíblemente complejo y versátil, y todavía queda mucho por descubrir sobre él. Desmitificar estos conceptos erróneos nos permite entender mejor cómo funciona y cómo cuidarlo.